Columna de Opinión
Por Jaime Rozas , 30 de marzo de 2021

Gestión de residuos en la acuicultura chilena: trazabilidad y blockchain

Foto: Diario Acuícola.
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La propuesta de RainbowCubits es ofrecer la integración de la gestión de residuos a una plataforma descentralizada, que permita apoyar los procesos de trazabilidad desde el inicio del proceso de compras sostenibles con mirada de sustentabilidad.

Mario Briones Vidal, CEO RainBowCubits

La gestión de residuos es uno de los principales desafíos —junto con calentamiento global que afecta el medio ambiente y la armonía de la naturaleza— en todas las industrias. Y en especial hoy afecta directamente a la industria acuícola chilena.

Recientemente se publicó en el Diario Oficial el Decreto Supremo 64 de 2020, del Ministerio de Economía, que aprobó el reglamento que establece condiciones sobre tratamiento y disposición final de desechos provenientes de la acuicultura.

Dentro de su alcance, el reglamento establece las condiciones sobre tratamiento y disposición final de los desechos generados en centros de cultivo, plantas de proceso, centros de acopio, centros de faenamiento y centros de investigación, y las demás instalaciones destinadas al proceso productivo de la acuicultura. Además propone clasificar los desechos en orgánicos e inorgánicos, los que a su vez pueden ser peligrosos y no peligrosos. 

Se establece, asimismo, la obligación de disponer de un sistema de trazabilidad de los principales elementos del proceso productivo que tienen la factibilidad de convertirse en residuos, el que deberá estar fabricado con un material de larga duración, resistente a la radiación UV, indeleble, inviolable y no susceptible de ser alterado, copiado ni adulterado. Este es un punto muy significativo, dado que en general no se cuenta con sistema informático para dicha trazabilidad.

En una entrevista, el jefe de la División de Acuicultura de Subpesca, Eugenio Zamorano, contestó esta importante pregunta: ¿qué tipo de tecnología deberán utilizar los productores acuícolas para mantener trazabilidad de los elementos del proceso que pueden transformarse en residuos?

“Una tecnología que disponga de un procedimiento de identificación individual, de tal forma que permita reconocer a qué centro de cultivo pertenecen, estar fabricada con un material de larga duración, resistente a la radiación UV e indeleble. Asimismo, el montaje de esta tecnología deberá ser inviolable, no susceptible de ser alterada, copiada ni adulterada”. 

 

Tenemos claridad que la gestión de residuos industriales desde los centros de engorda hacia los centros de acopio de alguna manera se encuentran sistematizados y controlados, sin embargo, por la variación de los residuos generados, muchas veces se pierde el origen de las partidas y se mezclan cuando se acopian. Es aquí donde se puede generar una gran oportunidad.

 

Trazabilidad es, de acuerdo con la norma ISO 8402, "la capacidad de encontrar el historial, uso o ubicación de una entidad a través de identificaciones registradas", distinguiéndose de la vigilancia, que originalmente es un proceso más óptico que escritural (para que haya vigilancia, es suficiente tener ojos). Y la trazabilidad implica control, involucrando un conjunto de documentos y archivos. 

Hoy, con la pandemia de covid-19, ha cambiado radicalmente este alcance, dado lo inconvenientes de realizar auditorías presenciales, por tanto, la trazabilidad digital ha tomado fuerza en ello, utilizando tecnologías disruptivas como blockchain, que dentro de sus virtudes está la capacidad de no ser adulterada ni copiada, de ser muy participativa y colaborativa, con alta seguridad de los datos, que ayuda a la transparencia y confianza en los mercados y reguladores.

Nuestra propuesta como RainbowCubits es ofrecer la integración de la gestión de residuos a una plataforma descentralizada, que permita apoyar los procesos de trazabilidad desde el inicio del proceso de compras sostenibles con mirada de sustentabilidad, así como la identificación de los impactos negativos en toda su cadena de valor, registrando y documentando la ruta de la generación y disposición de estos flujos de materiales y residuos generados —esto muy alineado con los nuevos estándares de gestión de residuos de GRI Estándar (GRI 406:2020)—, además de toda la mirada de la economía circular en su aspectos técnicos y regenerativos, permitiendo el uso eficiente de los recursos naturales, minimizando el impacto ambiental y logrando la menor cantidad de residuos a los vertederos en las zonas prístinas del sur de Chile.

Desde nuestra experiencia en las plantas de procesamiento y en centros de cultivo y de acopio, es posible desde el origen generar la trazabilidad digital desde la generación misma del desecho, es especial para los residuos no peligros. 

Un ejemplo de ello es lo relacionado en los centros de engorda. Mensualmente, desde los centros de cultivo de salmónidos se generan varias toneladas de residuos de diferente índole. La buena noticia es que gran parte de ellos son reciclados. No existe una cifra clara respecto de cuántos residuos generan los cerca de 350 centros de engorda de salmónidos activos en el país, sin embargo, se detalla que existen cuatro categorías: residuos sólidos orgánicos (básicamente mortalidad), residuos sólidos industriales (bolsas de alimento, boyas, redes y cabos), residuos sólidos domiciliarios y residuos peligrosos.

Tenemos claridad que la gestión de residuos industriales desde los centros de engorda hacia los centros de acopio de alguna manera se encuentran sistematizados y controlados, sin embargo, por la variación de los residuos generados, muchas veces se pierde el origen de las partidas y se mezclan cuando se acopian. Es aquí donde se puede generar una gran oportunidad de rehusar aquellos que aún son posibles o vender a terceros que los pueden utilizar en sus faenas de pesca, siempre y cuando estén en condiciones y no generen microplástico.

La industria cuenta con un maduro ecosistema de gestión de residuos para el reciclado, especialmente para lo que son bolsas de alimento, boyas, redes y cabos, donde cuentan con proveedores que han logrado sistemas avanzado en transformar dichos residuos en nuevos productos con material reciclado y de calidad, dando un nuevo uso a dicho material y evita ser enviados a vertederos, todo dentro de las lógicas de muchas empresas acuícolas de su estrategia cero residuos.

Dado estos antecedentes, la normativa en cuestión y el uso de tecnologías descentralizadas como blockchain generan oportunidades de reputación y cumplimiento de forma sobresaliente, y finalmente beneficios de transparencia, eficiencia en uso de materiales e incorporación en gestión sostenible la economía circular y regenerativa para la gestión de residuos. Todo un desafío para la industria acuícola, siendo la tercera en importancia en las exportaciones y la segunda a nivel internacional en ventas de salmón.

Los invitamos a seguir conversando.

*Mario Briones es CEO de RainbowCubits, con 25 años de experiencia en las industrias de telecomunicaciones, TIC, retail y bancaria. Hoy busca incorporar nuevas tecnologías disruptivas —como blockchain, inteligencia artificial y realidad aumentada— con una mirada de sostenibilidad.

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